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Histórico show de Nick Cave and The Bad Seeds en Buenos Aires

Anoche se presentó el australiano en el estadio Malvinas Argentinas y estuvimos ahí para contarte todos los detalles de la gran ceremonia.

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Con entradas agotadas y una anticipación de niveles astronómicos, Nick Cave ofreció ayer su primer concierto en Argentina en más de veinte años. Después de un inicio accidentado por imperfectos técnicos, el show logró subir la adrenalina con cada canción, en una sucesión de clásicos y canciones de su último LP «Distant Sky». Con diecinueve canciones, Cave y los Bad Seeds lograron ganarse al público argentino para siempre.
Tras la presentación de los teloneros, el dúo local «On Off«, y la reproducción de una versión de la balada cowboy «Streets of Laredo» en homenaje a Conway Savage, el recital comenzó unos minutos antes de la hora anunciada con la ominosa «Jesus Alone«, la obligada intro de todas las presentaciones de la gira. Luego comenzó a sonar «Magneto» interrumpida por un corte de luz. «This is awesome» dijo jocosamente Nick, en la oscuridad, para luego evaluar la posibilidad de seguir con el show sin luz. Pero no sucedió, rápidamente se resolvió y Nick continuó el show dando una de sus mayores clases de rock en el recital. Le dio dos rosas a una chica, cantándole, y segundos después corrió con un gesto de desagrado el celular de un hombre que no dejaba de sacarle fotos.
Algo quedó claro todo el recital, a Nick no le gusta que la gente lo vea por una pantalla. Él está por las pasiones.

Foto Sebastián Cáceres


El público estaba compuesto heterogeneamente, al menos desde la perspectiva etaria, con muchos fans de larga data y grupos de jóvenes que quizás no habían nacido cuando los Bad Seeds pisaron suelo argentino la última vez y algo de tensión se sentía entre estas dos generaciones.
Con la ejecución de «Higgs Boson Blues», y un pañuelo verde en la mano, Nick Cave se embarcó en una interminable serie de himnos que interpretó uno tras otro. «Do you feel my heartbeat? Pum, pum, pum!» decía Cave y el público le contestaba «Pum, pum, pum«, fue entonces cuando Cave hizo un descubrimiento que cambiaría el clima de la noche: el público argentino canta.

Foto Sebastián Cáceres


Al finalizar el blues, los Bad Seeds repasaron sus clásicos históricos, con un alto voltaje de adrenalina sobre y bajo el escenario. A «Do You Love Me?» la siguieron una intensa e interminable «From Her To Eternity» y «Loverman». Nick se encargó de decir «Take off that dress, I’m coming down» señalando a la chica que había recibido sus dos rosas; todo un gentleman.
La seguidilla de clásicos alcanzó su pico máximo con una versión, con aires jazzeros, de «Red Right Hand». Durante este tema, Nick se entretuvo ordenando al público para que coreen el icónico solo de teclado de la canción, para luego callarlo con un simple gesto de sus manos. Luego de este momento, Nick, que hasta entonces se la había pasado saltando y cantando en la pasarela, se sentó al piano. «If you could sing along to the chorus, this could be very beatiful«, dijo Cave antes de una bella versión de «Into My Arms«.

Foto Sebastián Cáceres


En los momentos más tranquilos del recital, Cave se lució con las interpretaciones de «The Ship Song», «Shoot Me Down» y «Girl in Amber«. En esta última canción, volvió a la pasarela para seguir interactuando con el público embelesado que no dejaba de cantar cada canción. Nick, a su vez, sonreía y a veces incitaba al público a callarse para cantar el solo. Parecía entretenido por la capacidad de domar tan hábilmente la atmósfera del show. El público le solicitaba temas y Nick les respondía de tanto en tanto. «We haven’t played that song in thirty years» le dijo a un fan que pidió un clásico de The Birthday Party. «And we are not going to start now» avisó, tras una pausa dramática.
Con «Tupelo«, el recital volvió a otro pico de adrenalina y el público acompañó con un pogo. «This is a song about what you don’t have to do with your life«, anunció Cave y comenzó a cantar «Jubilee Street», canción que volvió a las setlists de la banda durante el recital en Montevideo después de estar ausente varias fechas. Fue incomprensible (y quizás lo único reprochable en el recital) que el siempre impecable Warren Ellis no tocase el violín durante este tema y se contentase con acompañar a la guitarra de George Vjestica. Por otro lado, el final rockero que le agregaron a la canción de «Push The Sky Away» enamoró completamente a todos los presentes.

Foto Sebastián Cáceres


«This is the Weeping Song«, dijo Nick para que Warren comience a tocar el violín y se haga cargo del escenario, mientras que él comenzó a caminar entre la gente hasta que subirse a una escalinata del estadio, desde donde cantó uno de sus mayores éxitos acompañado por el coro de un público encendido.
Cerrando la noche, Cave invitó a algunas personas a seguirlo al escenario donde los presentes se movieron al ritmo de «Stagger Lee», mientras Cave se deleitaba gritando «motherfucker» y saltando en la pasarela. En esos momentos fue cuando Nick se mostró más molestó con los celulares, haciendo referencias a esto en la letra de la canción. Como en todos los demás recitales de la gira, pero sin hacer que parezca un momento impostado, Nick  invitó a los que estaban arriba del escenario a sentarse y comenzó a cantar la solemne y poderosa «Push The Sky Away».
Con el público nuevamente abajo del escenario, y entre las lagrimas de los presentes, Nick se retiró para volver con un encore que fue único en la gira: al punk desalineado de «City of Refuge» le siguió la sorpresiva «The Mercy Seat» (el inesperado tema extra de la setlist). «You’re argentinians, you sing, that’s what you do», dijo Nick antes de empezar una extensa versión de «Rings of Saturn«, acompañado por el coreo del público. Con eso, Nick finalizó un recital de un poco más de dos horas y se despidió del público.
Con un «Muchas gracias» angloparlante, el líder de los Bad Seeds señaló el final del que probablemente sea el show del año y desapareció tras las cortinas negras del escenario.

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