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«Heroxs del 88», el documental sobre Invasión 88 que podés ver en Qubit.

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Charlamos con Luis Hitoshi Díaz, fanático del punk que pudo documentar la historia del disco que marcó su vida

Antes de preguntarte cómo surge la idea del documental, quiero saber como llega Invasión 88 a tu vida.

El disco sale en el ’88 cuando yo tenía 12 años y escuchaba la Rock and Pop. Se pasaba mucho Todos tus Muertos y Pasión de multitudes de Attaque 77. Esas canciones siempre iban juntas y la rareza me llamó la atención. Eran canciones que puteaban, que le cantan a un club de fútbol. Eso me quedó en la cabeza. Después recuerdo en una disquería a pocas cuadras de casa ver el disco. Me flashió mucho la tapa.

En el ’91 es cuando vienen los Ramones por segunda vez para después empezar a venir todos los años. Sale El cielo puede esperar de Attaque 77 y explota «Hacelo por mí». En esa época, que el punk empieza a sonar por todos lados, un amigo me trae grabado Invasión 88. No lo podía creer.

Ahí me obsesioné con recueperar el material del punk de los ochenta. El problema es que no había tanta data como ahora. Solo tenía esos fanzines en fotocopia y los leía todas las noches. El cassette que está en la película todavía lo conservo, con letras escrita a mano y todo.

Desde esa obsesión que generaste a partir de 1991 a luego decir «hay que hacer un documental», ¿qué tuvo que pasar?

Lo digo en la peli y lo digo en serio: el disco me cambió la vida. Me hizo conocer el punk en profundidad, empezar a descubrir bandas de acá, de afuera y entender que era un movimiento. Que existía el do it yourself (hacelo vos mismo).

A medida que pasaron los años me empecé a dedicar al cine, al periodismo y a la radio. Un día me crucé a Chuchu Fasanelli, productor del disco, y le pregunté por el VHS de la presentación en vivo, del que no hay prácticamente archivo. Ahí empecé a tomar algunas notas.

Si bien tenía algunas ideas, cuando llega el 2018 e Invasión 88 cumple treinta años dije «le tengo devolver a este disco, lo que este disco me dio». Ahí empezó la idea del documental. Lo llamé a Chuchu y lo convencí de que valía la pena hacerlo porque es un disco clave.

El documental tiene esa cosa DIY que también tiene el disco. ¿Es a propósito?

Los tiempos en el cine son muy laxos. Entre presentar un proyecto, que se apruebe, conseguir financiación… Sentía que el documental había que hacerlo rápido porque eran los treinta años.

De pronto empezó a pasar que un día teníamos todos los equipos y otro día no. Para algunas entrefvistas que iban apareciendo era difícil tener la misma cámara o el mismo micrófono.

En un momento me preocupé, pero después pensé: «el disco tiene una estética collage. Suena medio mal, las bandas suenan distintas entre sí. Es un espíritu que hay que respetar» No es que lo voy a hacer a propósito pero si el documental logra reflejar este espíritu me parece que va a funcionar.

Recién mencionabas que te fuiste metiendo más en el género. Conociste bandas de acá y de afuera. ¿Supiste de alguna historia similar?

Chuchu considera a Invasión 88 como una réplica de unos discos que se hacían en Brasil. Eran unos compilados que venían con libritos con todas las informaciones de las bandas.

O Começo do Fim do Mundo, Sub y Grito Suburbano. Son compilados clave para la escena brasileña.

Mi objetivo era que haya un integrante de cada banda, que estén los productores y el que hizo la tapa. Por suerte lo logramos. Incluso Walter Kolm, uno de los productores, vive en Miami y es manager de Maluma y Carlos Vives. Walter teminó ayudando para terminar el documental, tiene un gran amor con el género y por el documental.

¿Por qué Heroxs? ¿Y por qué el inclusivo?

Muchos piensan «claro ahora hay que ser inclusivo» por la X. En realidad en los fanzines de los 80s ya se escribía con X. Ya eran inclusivos en esa época, algo de todo lo genial que tiene el punk.

Si de pibe te apasionaba la historia de los músicos, con el correr de admirás la forma de producción del disco. El documental aborda la improbabilidad del éxito de Invasiín. Se editó en el marco de una hiperinflación cuando no se editaban vinilos. 

Cuando empezamos a grabar las entrevistas todos nos decían «éramos pibes». Claro, eran pibes menores de 25 años, que sacaron un disco cuando nadie podía sacar un disco. Hacían shows cuando casi que la policía todavía te metía en cana por cualquier cosa. No había guita para nada. Y es loco porque eran muy pibes. Eso me llamó la atención, la energía joven; por eso quería mostrarlo en el docu.

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