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Lecturas Obligadas

Festival de Glastonbury, la dicha en movimiento

Vayan algunas curiosidades del festival de festivales.

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Jimi Hendrix murió un día antes de que se inaugurara el primer show de Glastonbury en 1970. La entrada valía una libra e incluía leche gratis de la granja del mismo espacio y fueron unas mil quinientas personas. Cerraría Marc Bolan pero fue reemplazado por The Kinks: así largaron, con todo.
Ubicado en Somerset -cerca de la ciudad de Pilton-, una localidad al suroeste de Inglaterra, se llamó Glestingaburg en los siglos VII y VIII, de ahí, su denominación.

Bowie, The Cure, The Smiths, Echo & the Bunnymen, Elvis Costello, Radiohead, Pulp, Oasis, Blur, Gorillaz, Muse, Arctic Monkeys, U2, The Who, Kings of Leon son algunos de los artistas que encabezaron el festival más famoso del mundo indie rock a lo largo de los últimos casi 50 años.
Aunque no fue ninguno de estos grupos quien más gente juntó sino The Levellers en 1994.
El más hippie de los indies, el cantante de Primal Scream Bobby Gillespie se quiso hacer el pillo y se la pasó arengando a la multitud como “manga de hippies” haciendo gala de lo que todos suponen: destacarse con alguna pavada para quedar en el historia de Glasto. Esto fue en 2005.

Oficialmente, su nombre es Glastonbury Festival of Contemporary Performing Arts (Festival de Glastonbury de las Artes escénicas contemporáneas) más conocido como Glastonbury o simplemente Glasto e incluye música contemporánea y también por la danza, comedia, teatro, circo, cabaret y miles de eventos.
2003 fue el año récord de venta alcohólica: solo en cerveza se vendieron 400.000 pintas.
En 1987, durante la primera noche fueron robados los pantalones de casi todas las carpas… Así es como al día siguiente se veían miles de personas en ropa interior paseando por la locación.
El festival es en verano y los gringos difícilmente puedan tolerar tanto sol -más allá de que llueve non stop- así es como en 2002 se repartieron 40.000 bloqueadores de sol entre el público.
Una vez terminado el evento de 2007, uno de los asistentes estaba limpiando y se encontró 6.000 libras.
Hasta 1990, Glastonbury fue un espacio y un lugar sin policía ni verticalismos de poder. Un estado ácrata, prácticamente.
Paul McCartney tuvo que pagar una multa de 1.000 libras por tocar unos minutos de más según lo establecido. Considerando que cobró 175k por el show, mucho no pudo haberle afectado.

Lily Allen va al concierto desde sus cinco semanas de vida, su padre Keith admite que la llevaba porque le servía para vender drogas. Un padrazo, vamos.
A Radiohead no le funcionaron las pantallas en su concierto de 1997 y esto significó para el grupo según sus propias palabras: “el peor show de sus vidas”.
Para paliar un poco los desmanes que de rigor se producen frente al aluvión de tanta gente, los pobladores de Pilton reciben todos entradas gratuitas para ver lo que quieran.
Un año, un famoso juicio por asesinato en Londres fue suspendido porque los jueces iban al festival…
Joe Strummer dedicó su Coma Girl al Festival.
Entre todas sus ediciones, atendieron al evento entre 500 y 155.000 personas.
Casi todos los asistentes alquilan las carpas de lugar, lo cual, con el barro que siempre se forma con las lluvias, resulta parte del colorido local. También hay hoteles alrededor pero nunca tan cerca como para ir andando.

2008 fue el único año que Glastonbury no fue sold out y por primera vez representó pérdidas para los organizadores. Michael Eavis, su responsable, asegura que toda la infraestructura cuesta cerca de 22 millones de libras entre baños químicos, agua potable, seguridad y más gastos. Eavis es considerado por la revista Times como uno de los empresarios más influyentes del mundo.
En 2007, la organización tenía lista para el primer día unas 2,485 millas de papel higiénico, la distancia entre Londres y Bagdad.
Se usan 30.000 megawatts de electricidad, el equivalente a una ciudad de más de un millón de habitantes.
The Cure encabezó Glasto en tres oportunidades y dicen que sin haber tenido una gran experiencia ahí, quizá consideren hacer lo propio este año.
Abba, la vuelta de los suecos más famosos, también fue tentada para cerrar en 2019 pero aún no confirman.

Hubo ediciones verdaderamente épicas, sobre todo en la década del 90 donde las bandas inglesas reinaban en todo el mundo de la música indie. De algún modo y a pesar de seguir contando con grandes nombres, la calidad no es la misma lo cual no tenga que ver directamente con el festival sino con la escena.
Reza un decir popular que si no tocaste en Glastonbury, no sos nadie.

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