Rio de Duran Duran: Innovación, color y optimismo

A 35 años del lanzamiento de Rio, revivimos la pieza icónica de los reyes británicos del pop punk.
Al hablar de Duran Duran, y sobre todo de sus inicios, hay que reconocer que la crítica nunca les jugó a favor. Los comienzos de la década del 80 en la que el Punk iba quedando en la historia, cinco chicos carilindos y con mucho maquillaje que no sólo enfocaban su energía y creatividad en la música sino también en su imagen, no eran bien recibidos por la prensa ni por quienes se consideraban músicos serios en la escena del rock. En una Inglaterra en recesión donde el New Wave daba sus primeros pasos, no muchos artistas lograban superar el efecto One Hit Wonder y la mayoría del ambiente musical parecía desesperado por predecirles el mismo futuro a los originarios de Brmingham.
Desde donde se lo mire, Rio es una pieza fundamental de los 80 que introdujo un sinfín de novedades para la época. La imagen sombría de las etapas musicales anteriores era reemplazada por colores brillantes que desde la misma tapa del álbum destellaban en la sonrisa de la ilustración de Patrick Nagel utilizada para la portada.
Aunque con su primera placa, Duran Duran, editada en 1981, la banda había conseguido lanzar tres singles y firmar un contrato con EMI, Rio, editado el 10 de mayo de 1982, fue el disco que los llevó a lograr ese sueño tan preciado por todas las bandas del Reino Unido: Conquistar el mercado Estadounidense. Y esto no sucedió casualmente; la agrupación tenía la clara intención de lograr su objetivo y para alcanzarlo utilizaron dos herramientas que fueron claves para obtener el resultado esperado. En primer lugar, Rio fue remezclado por David Kershenbaum para que encajara mejor con el sonido de los Estados Unidos y una segunda versión del disco fue editada en ese país. La otra herramienta fundamental para lograr el dominio deseado fueron los videoclips en escenarios exóticos repletos de color y energía positiva que llegaron en el momento justo en que nacía MTV; la retroalimentación entre ambas partes fue más que generosa para los dos.
Sri Lanka y Antigua fueron los lugares elegidos como sets de grabación, algo totalmente nuevo y nunca antes visto en algún video musical. Duran Duran hacía posible la ilusión de viajar a lugares exóticos, pasear en yates, usar trajes en tonos pasteles diseñados por Antony Price y conquistar a las mujeres más lindas del mundo. No sólo era optimista el mensaje en las letras de sus canciones sino que además se complementaba con un mundo de alegría interminable con el cual pretendían contagiar a su público, dejándoles en claro que la diversión, el placer y los lujos eran factibles.
La intro de la canción que lleva el mismo título que la placa -uno de los tantos himnos de la banda- fue el resultado de la experimentación del Nick Rhodes con un piano de cola que se encontraba en Air Studios, lugar donde se grabó el disco. En palabras del tecladista: «Estaba jugando con el piano, le abrí la tapa y me puse a tocar las cuerdas. Tenía unas varas de metal por ahí, las agarré y las tiré sobre las cuerdas del piano. Rebotaron por todas partes e hicieron unos ruidos raros, y aunque no era exactamente lo que estaba buscando, había algo interesante en ese sonido. En esa época la experimentación musical era algo totalmente nuevo, estábamos descubriendo cómo hacer loops, inversiones, disminuir y aumentar la velocidad del sonido, etc. Así que le sugerí al productor que invirtiéramos el sonido de las varas de metal sobre las cuerdas del piano, y así obtuvimos la apertura del tema Rio«.
Bajo la producción de Colin Thurston, Rio es indiscutiblemente una pieza clásica y atemporal, única e irrepetible en su estilo.
John Taylor, bajista de la banda, traduce su significado en la escena musical mejor que nadie: «Todos deberían tener una copia en casa«.
El dato curioso: Nick Rhodes se quedó mezclando el disco y fue el último en llegar a Sri Lanka para filmar los videos de «Hungry Like The Wolf», «Save a Prayer», «Lonely in Your Nightmare». Cuando aterrizó llevaba 3 días sin dormir, estaba vestido de pies a cabeza en ropa de cuero negro, hacía muchísimo calor y esperaba que una limusina con aire acondicionado lo viniera a buscar. En su lugar apareció un camión en el que viajó durante 5 horas para llegar al hotel.
Para que recrees tus ojos, te dejamos los grandes videos de este disco fundamental para la historia del pop rock:






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