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MUSE en vivo por FLOW Music XP: cuando hasta el clima te respeta.

Con la transmisión especial el show se pudo ver en vivo a través de la TV, la PC y la App.

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Un cielo amenazante le puso marco a la presentación de MUSE en el Hipódromo de Palermo en Buenos Aires. Muchos pensaron que el show se vería malogrado por lo que los pronósticos del clima aventuraban, para una jornada que se sabía en la previa que sería una fiesta de grandes proporciones.
Con muy buen tino, la productora del show DF Entertainment adelantó los horarios en función de esos pronósticos, de mínima casi ineludibles respecto al clima. Se anticipaba una tormenta perfecta que arruinaría todo, pero salió bien. Las buenas decisiones se notan en el mientras tanto.

Desde lo técnico y en cuanto a recursos, decidimos hacer una cobertura diferente, desde el campo mismo pero complementando con el vivo de la TV, la PC y la App. En su debut como formato y posibilidad para el usuario que no puede o quiere asistir frente al escenario, Flow Music XP tuvo una televisación impecable y con gran valor agregado (entrevistas, info de las bandas o artistas), sumado a un sonido espectacular. Ésta nueva propuesta se despachó con una producción de altísima  calidad.
El primer turno, cerca de las 18, fue de los Kaiser Chiefs. La banda de Ricky Wilson brindó un set corto, de sólo ocho canciones, pero potente como de costumbre. Los de Leeds abrieron su presentación con People Know How To Love One Another”, que parece haber sido concebida para cumplir con la misión de abrir shows, y que también oficia de apertura de su último disco, Duck. Le siguieron “Everyday I Love You Less and Less” y “Ruby”, uno de sus máximos hits y tal vez, junto a la apertura y el cierre del show, uno de los puntos más altos de su breve presentación. Luego encaminaron “Hole in My Soul”, “Record Collection” (también de Duck), “Never Miss a Bit”, “I Predict a Riot”, todo casi con apuro, para desembocar en un cierre a puño cerrado de la mano de “Oh My God”. El sabor a poco fue inevitable, ya que Ricky Wilson y los suyos dejaron el escenario en lo que hubiera sido el mejor momento de un show completo. En un escenario reducido y con poco tiempo, supieron abrirse paso entre un clima amenazante y la ansiedad del público.

Llegaba el turno de Airbag cuando faltaban pocos minutos para las 19. Los hermanos Sardelli se despacharon con tan solo 5 canciones. El tiempo en escenario era acotado, seguramente sacrificaron cantidad por calidad y no abandonar la rutina de arenga permanente que los caracteriza. Arrancaron con “Colombiana” y Pato Sardelli puso primera con su show personal de guitarra que se extendería durante todo el setlist. Es sabido su virtuosismo y gran habilidad para vestir momentos con solos perfectos, lo sabe y aprovecha. Continuaron con “Cae el Sol” y “Como un diamante”, ya con Guido en la voz. No falto el típico momento argento, como para dejar bien en claro la localía. Al mando de su guitarra, Pato es el líder natural banda y no duda en ejecutar los acordes del Himno Nacional. La gente se prendió y respondió a la invitación coreando con el característico OH!, a modo de grito de triunfo, al mejor estilo del himno de estadios que impuso el público de Los Pumas. Siguieron adelante presentando Über Puber, también con Guido en la voz, su apuesta más reciente a convertirse en hit entre sus seguidores. Para el cierre guardaron el clásico más característico del grupo desde 2006, “Solo Aquí”. Una presentación corta pero contundente.
MUSE: un espectáculo… de otro planeta
Se acercaban las 20hs y otra vez a mirar para arriba. La oscuridad de un cielo amenazante le ponía un marco épico a la velada, como si hubiera sido pensado como parte de una puesta escenográfica tan increíble como las que suele proponer el trío británico.

Se encendió la pantalla gigante, “WE ARE CAGED IN SIMULATIONS” (ESTAMOS ENCERRADOS EN SIMULACIONES) fue el lema, con un ejército de aparentes ciber-guardianes con máscaras led y  armados con trombones, saliendo a escena de forma grandilocuente. Desde el interior de la plataforma circular emergió Matt Bellamy, en una entrada tan espectacular como digna de su sana locura.
Con “Algorithm” pusieron inicio a una noche que estaría repleta efectos visuales y de los grandes recursos que MUSE idea para dar un marco inigualable a cada una de sus presentaciones. Pasaron “Prassure”, “Psycho”, “Break To Me”, con un Bellamy exultante y totalmente adueñado del público, que responde a cada mínimo gesto.
La teoría del complot sobrevuela toda la obra de la banda, pero si hay una canción que se hizo himno y grito rebelde entre sus seguidores es “Uprising”, que llega como el quinto tema para levantar aún más al público al grito de “They will not control us, we will be victorious” (No nos controlarán, nosotros ganaremos). El líder, conforme y a gusto con la respuesta, devuelve gratitud y satisfacción con un “Muchas Gracias!”, como punto final de la canción.
En “Propaganda” los ciber-guardianes volvieron a tomar posición en la pasarela central, lo coreográfico apenas si se apartó del centro de atención. A ésta altura el show ya superó cualquier expectativa y la espectacularidad se hace parte de la noche. Los dos tambores gigantes a manos de Chris Wolstenholme (bajo) y Dominic Howard (batería) que dan inicio a “Pray” son uno de los momentos más altos de cada presentación en vivo, y ésta vez en el Hipódromo de Palermo no fue la excepción.
Pasaron “The Dark Side”, “Supermassive Black Hole”, “Thought Contagion”, “Interlude” con la misma potencia, todo pensado para entretener los sentidos. La propuesta visual es tan impecable como fantástica en su sentido literal, con un sonido impecable. Nota destacada para Matt Bellamy y su incansable despliegue, quien a fuerza de carisma y admiración maneja los tiempos, arenga al público, hace todo casi perfecto.

Con “Madness”, Bellamy tiene su momento de intimidad con la gente. Moviendo el brazo y cantando serenamente, es capaz de contagiar a todos y convertirlos en una gran ola que va y viene. Un momento minimalista y oportuno donde la espectacularidad está en el vínculo con su público y no en los innumerables recursos visuales.
Cuando el cielo se puso cada vez más amenazante, a nadie le importó que empezaran a caer algunas tímidas gotas que pararon al instante, pero que anunciaban algo más. La segunda parte de show trascurrió en el mismo plan fantástico, sin prestar demasiada atención a lo que el clima empezaba a proponer. MUSE siguió adelante y no se guardo nada en un setlist que alcanzaría los 23 temas.
Starlight” fue otro de los puntos altos del concierto, con un ida y vuelta de palmas tan lógico como inevitable. Matt y todo el Hipódromo de Palermo cantando al unísono, demostrando que es tan virtuoso con la guitarra como con un simple micrófono. Y el final no podía ser más épico, con un ciber-alien gigante que nada tiene que envidiarle al Eddie de Iron Maiden. Con ese marco surrealista e imponente, el espectáculo de luces envolvió el poderoso comienzo de “Knights of Cydonia” y de esta forma MUSE comienzó a despedirse de la Argentina con toda su gente saltando en medio de una gran fiesta. El cielo, casi cómplice de los tres ingleses, descargó una copiosa lluvia que hizo que todo combinara perfecto en un final épico, sin necesidad de bises.
MUSE no es la misma banda que fue hace mucho tiempo. Desde lo musical no es que su calidad haya decaído, sino que la búsqueda y la exploración permanente de los sonidos creados por Bellamy los ha llevado a recorrer lugares que no siempre son cómodos o atractivos para todos los públicos. Si hasta el más fanático coincide en que su líder podría estar un poco fuera de sus cabales. Una sana locura que desemboca de lleno en el concepto de lo que es Muse como banda: un espectáculo en vivo para todos los sentidos.
A pesar de las inclemencias del tiempo, la quinta visita de MUSE a la Argentina ya se perfila como la mejor de todas ellas, y el debut de Flow XP como formato audiovisual transmitiendo el show en directo fue un gran acierto, no podría haber sido más oportuno.
 
 

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