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Los 69 años del camaleónico David Bowie

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David Bowie es, sin lugar a dudas, uno de los artistas más camaleónicos de las últimas décadas. Sus innumerables cambios de estilo no sólo se plasmaron en lo musical, sino también en su estética personal, un artilugio que hoy en día muchos músicos adoptan a la hora de lanzar un álbum.
Sin embargo, el caso de Bowie va mucho más allá del mero hecho de apegarse a un determinado peinado o de utilizar diferentes colores en la ropa. Para comprobarlo, en el día de su cumpleaños número 69, te dejamos cinco de sus más recordadas transformaciones.
Ziggy Stardust

Quizá el más icónico de las personajes adoptados por Bowie fue Ziggy Stardust. Ropa ajustada, brillosa y colorida, y mucho delineador en los ojos le permitieron al compositor ingresar en el submundo glam y tomarlo por asalto.
El Duque Blanco

Una de las etapa más experimentales y creativas de Bowie se registró en lo que fue su «trilogía de Berlín», en la que trabajó codo a codo con Brian Eno. Pero justo antes de eso, Bowie pasó un par de años viviendo a base de «cocaína y leche», según dicen los rumores, y ese estado mental se vio reflejado en el personaje del Duque Blanco: un tipo delgado, elegante y monocromático. Aunque un poco detestable.
El mero «cantante de la banda»

Luego de que el éxito comercial le resultara algo esquivo durante los ochenta, Bowie decidió volver a transformarse para renacer. Para eso formó Tin Machine -junto al talentoso Reeves Gabrels- y dejó de ser el centro de atención. Esto le permitió volver a enfocarse más en la música y comenzar a mostrarse un poco más a cara lavada, o combinando atuendos y estilos con el resto.
El freak

A mediados de los noventa, la carrera de Bowie se mezcló con la música industrial y los diferentes subgéneros más «sucios» de la electrónica. Su aspecto exterior volvió a reflejar el cambio atravesando una etapa marcada por cabellos coloridos, un poco de delineador pero más que nada mucha producción en cuanto al vestuario: cuero, botas, sobretodos con toques góticos y largas capas.
El hombre adulto y reflexivo

El cambio de siglo marcó una nueva etapa para Bowie, que comenzó a mostrarse nuevamente a abierto, franco y a cara lavada. Aunque esta vez con el toque moderno de un cabello largo y lacio. Esta estética lo acompañó durante el álbum Hours…, plagado de canciones más relajadas que las de la década anterior.

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