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Leo García o la metáfora de la transformación estética de la escena rock-pop local

A sus 47 años, uno de los más destacados músicos pop local decidió pasar por el quirófano y modificar su rostro de manera drástica. Algo que ya había sucedido con el resto de su cuerpo y que, según él asegura, va en sintonía con un cambio interior. Un cambio que, lejos de ser el punto de llegada, es el alma de su trayectoria.

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Desde comienzos de los ’90, Leonardo Damián García había participado en varias experiencias under para luego formar su primera banda, Avant Press. Editaron un EP debut en el ‘94 y un disco en el ’96, ambos producidos por Daniel Melero. Ese cuarteto fue invitado por Soda para telonearlos en el Festival Alternativo de Vélez, que tuvo lugar en el ’96. Ya por entonces, la prensa los marcaba como sucesores del trío Cerati-Alberti-Bossio, hecho que quedó oficializado cuando éstos también los invitaron para los shows despedida en River, como una forma de entregarles la posta.

El propio Gustavo Cerati, con quien fundaría una gran relación de amistad, les produjo un EP con un estilo mucho más electrónico que no gustó a la compañía discográfica y nunca llegó a editarse comercialmente. A pesar del respaldo, la banda se disolvió casi desapercibidamente. “La idea de tener un grupo es un sueño adolescente. Pero, como de todo sueño, en algún momento hay que despertar”, reconocía entonces Leo a la hora de lanzarse como solista.

Leo García ya comenzaba a abrirse camino en la escena local: guitarrista estable de la banda de Cerati, fue trabajando en los arreglos y producción de su segundo álbum junto al líder de Soda Stereo durante la gira del disco Bocanada. Asimismo, Leo participó del Festival Alternativo en el ’99 y de la jornada Electrónika del Hot Festival, que convocó a R.E.M., Beck y Neil Young en el Campo de Polo de Palermo, a comienzos de 2001. Para este entonces, estaba grabando su segunda obra, Mar, también junto a Cerati y popularizando el hit «Morrissey».

En mayo de 2016, durante la inauguración de ArteBA, García fue noticia por un video en el que se lo veía en uno de los salones de La Rural revoleando copas preparadas para un cóctel y moviéndose a los gritos entre la gente. Si bien la prensa no puedo (o no quiso) interpretar que Leo trató de realizar una expresión artística -algo parecido a un happening– marcó, no obstante, un punto de inflexión. Se trata a las claras de un artista siempre transgresor, capaz de empujar los límites un poco más allá. Una prueba de ello fueron sus declaraciones públicas acerca de su homosexualidad y su gusto por Gilda en un contexto homofóbico y purista que caracterizó la escena rock-pop en nuestro país.
Actualmente, mucho más delgado, con una nariz recta y respingada, el mentón pronunciado y la piel tersa, el nuevo Leo García es difícil de identificar. Su cara hoy es un recuerdo, y fue reemplazada por otra construida a la medida de un rey (del pop). Al igual que Michael Jackson, Leo sintió su cuerpo no corresponderse con su esencia: “Me sentía frustrado, derrumbado, no me gustaba verme al espejo y tenía complejo con mi nariz”.

La transformación quirúrgica vino, sin embargo, acompañada de cambios en la rutina alimenticia que le permitió profundizar su cambio estético: “La edad me hizo entender que el cuerpo es mi altar”, declaraba a comienzos de este año. Los excesos y las noches de fiesta fueron reemplazadas por la actividad física y la disciplina: “empecé con la alimentación sana. Me hice vegano y dejé la marihuana”. La nueva apariencia de Leo trajo también nuevos deseos. “Hoy estoy en una etapa nueva, quiero ser uno de los representantes del rock nacional, convertirme en un cantante popular”, aseguró.
La transformación, tan profunda como polémica de Leo García, nos permite pensar en el nuevo paradigma estético (y ético) que comienza a despuntar en la escena rock y el pop argentina. Un modelo decadente signado por el consumo excesivo de drogas y alcohol, las fiestas y espacios en donde se consolida el carácter machista y misógino, parecen crujir ante el surgimiento de nuevos artistas. Y Leo ya puso en marcha su relanzamiento, presentándose en la primer fecha del Personal Fest 2018, el 10 de noviembre en el Club Ciudad de Buenos Aires.

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