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John McInerny: “Elvis fue un punk de los 50’s”

Se trata del correlato más honesto que Elvis nos ha dejado en el país. Con nombre y apellido de origen irlandés pero nacido en La Plata, comenzó a homenajear a El Rey del Rock & Roll con su banda “Elvis Vive” en el año 2005.

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Se trata del correlato más honesto que Elvis nos ha dejado en el país. Con nombre y apellido de origen irlandés pero nacido en La Plata, comenzó a homenajear a El Rey del Rock & Roll con su banda “Elvis Vive” en el año 2005. Casi sin darse cuenta, terminó siendo galardonado por la BBC como “el mejor tributo latinoamericano a Elvis” en 2007 y, en el año 2012, el director Armando Bo lo llamó para protagonizar su película “El último Elvis”, una emocionante obra que trata la historia de un fanático de extracción obrera que busca homenajear al rey en este lado del planeta, con las dicultades que esto implica.
Como en la película, su línea de tiempo marca el año cero el día que Presley sucumbe en su departamento de Memphis, atiborrado de pastillas para adelgazar corriendo por sus venas. 
En una entrevista te preguntaron por la herencia de Elvis en Sandro y vos incluiste también a Palito Ortega. ¿Te consideras una continuación de ese legado?
Si, por qué no. Por supuesto.
¿Qué porción de nostalgia hay en el homenaje que le rendís al Rey del Rock & Roll?
No hay lugar para la nostalgia, para mi es maravilloso poder hacerlo. Nostalgia siento si recuerdo a mi abuela o a personas que han sido una influencia en mi vida de forma real. La música no me produce nostalgia, aunque sea una cuestión de estados de ánimo. Si estas bajoneado, contento, lo que sea… escucha diferentes tipos de música. Elvis no me inspira nostalgia, al contrario. Es algo maravilloso, porque yo lo escuche por primera vez cuando era pibe, un momento maravilloso de la vida: no tenes que laburar, te mantienen y jugas todo el día (risas).
¿Cómo fue el momento en el que tu propuesta llega a convertirse en protagonista de una película como El Último Elvis? 
Siempre hice música, desde la secundaria. Elvis Vive nace en el año 2005, la película llega gracias a eso. El director (Armando Bo) compró mi CD en una tienda mientras estaba trabajando en el guión. Se contactó conmigo gracias a eso.
Casi sin darte cuenta terminaste actuando 
Tal cual. Se trata de estar en el momento justo y en el lugar indicado. Hay momentos en los que te va bien y otros en los que te va mal; o peleas con algún integrante de la banda. Simplemente se trata de hacer las cosas desde el corazón.
Saliste distinguido por la BBC, un medio muy importante en la historia del rock, como el mejor tributo latinoamericano de Elvis. ¿Cómo fue esta experiencia? 
Eso fue antes de la película, incluso. En el 2007, cuando se cumplieron 30 años de la muerte de Elvis. Fue un lime, imaginate que todo aparece de golpe. Es increíble, no lo esperaba para nada. Fue el primer regalo que me dio Elvis y que, en su momento, lo disfruté un montón. No pude viajar a Londres porque soy arquitecto y en aquel entonces vivía de la arquitectura. Era imposible estar dos semanas ausente de mi trabajo. Además daba clases en la universidad y mi economía dependía de eso. Pero me mandaron todo el merchandising y todo lo que significaba el premio ganador.
Osea que la película sirvió para proyectarte como artista. Digo, en términos económicos. 
Si, ahí frene con la arquitectura y me dediqué de lleno a la actuación y a Elvis Vive. Ahora me encuentro recorriendo el país y yendo a otros lugares periféricos.
Juzgando por sus últimos años y la forma en que su vida terminó, ¿crees que Elvis fue una especie de “heroe caído”? 
¡Que dudas te quedan de que fue un héroe! ¡Fue el creador del Rock & Roll! La industria, tal como la conocemos (el merchandising, los mitos que se crean, la vida en los hoteles, etc) nació con Elvis. Antes de él no existía nada de eso. Por eso creo que lo bautizaron como “el rey del rock and roll”, realmente fue el fundador de toda esta historia.
Imaginate que era un pibe de 18 años, que se movía sensualmente, escribía canciones con doble sentido y venía del sur. Un tipo con pinta que hizo pelota todo lo que había hasta ese momento: el estilo americano de Frank Sinatra y esas cantantes crooner con vestidos clásicos y prolijos con una orquesta tremenda atrás. De golpe apareció este tipo, que era un diablo (risas). Movía las caderas y la pelvis. ¡Y blanco encima! Si me dijeras que era de color, que lleva el ritmo en la sangre, tendría más sentido. El hombre blanco tenía las puertas más abiertas para casi todo. Entró en la casa sin pedir permiso, las minas estaban como locas, y los padres lo querían cagar a trompadas. Elvis fue un punk de los 50’s.
Presley fue un claro referente de la música y la cultura estadounidense, ¿tenes sentimientos encontrados con la cultura británica?
Todo empezó después de Elvis, él es rock & roll. Los Beatles fueron un tremendo grupo pop, son cosas diferentes. John y Paul eran fanáticos de Elvis. Es inevitable caer en su música, en el Delta del Mississippi. Él no nació en Liverpool, nacio en Memphis, donde estaban los campos de algodón y los negros cantaban sus penas. Ahí surge el gospel, el blues y el jazz. Todo (remarca con fuerza) nació ahí. En cuanto a tu pregunta, no soy fundamentalista en ningún aspecto, estoy absolutamente en contra de los fundamentalismos. Escucho música de otros países y me encanta la cultura británica también.
Es sabido que de local, a veces, es más difícil… ¿Cómo recibe el público argentino tus shows? 
Siempre muy bien, aunque este país no es “presleyriano”, hacemos que se mueva alguna fibra. Argentina es más beatlemaníaco y más del rock de Inglaterra que de Estados Unidos. No tengo nada contra eso, de hecho tiene que ver con nuestra historia que desciende de los barcos europeos. Nosotros siempre hemos visto a Europa de reojo (risas).
¿Cuál es la diferencia entre tributo y homenaje? 
Un tributo es algo mas estereotipado. La persona en cuestión se lookea y genera una especie de magia, la gente no solo quiere escuchar al artista sino también verlo en vivo. Tratan de parecerse físicamente a quien están tributando. El homenaje, al menos en mi caso, todo pasa por la música. Yo soy consciente de que Elvis es muy difícil de tributar, no tengo nada que ver con él. El tributo es más  apuntado hacia artistas que están al alcance de la mano, los homenajes son más humildes y siempre a los grandes genios de la música moderna. Para hacer papelones, prefiero quedarme en mi casa (risas). A mí me gusta colgarme la viola y tocar las canciones del rey que tanto me marcó. Mi voz no es idéntica a la de Elvis, pero bueno, lo hago a mi manera, ¿sabes? Hay gente a la que le gusta y gente a la que no le gusta. Eso hay que comprenderlo siempre. No sólo en los homenajes sino en toda la música. Lo mío es más humilde y pasa por la música, nada más.
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