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El Zar y Ainda Dúo tuvieron su noche soñada en Niceto

Con lleno total ambas bandas dejaron todo en el escenario, centradas en sus últimas producciones musicales.

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El viernes 19 El Zar y Ainda Dúo dieron un show memorable en Niceto. Una fecha anunciada con tiempo, para ir generando expectativa y tener noción de que sería una de las más interesantes del año en Buenos Aires. Si algo une a estas bandas es el momento en el que están. Crecimiento, mucho laburo y consolidación.

“Lo que crece lento, crece fuerte” les dijo una vez Loli Molina a Esmeralda Escalante y Yago Escrivá, de Ainda Dúo. Y esa frase parece cumplirse si tenemos en cuenta que Ainda va por su séptimo año, con tres discos en su haber y giras por todo el continente americano y Europa con un repertorio que se va enriqueciendo a través del tiempo. Si hablamos de repertorio gran parte de su setlist estuvo conformado por canciones de “Animal”, el disco que editaron el año pasado. En el escenario la banda se completó con Bruno Dante en batería, Pablo Giménez (guitarrista de El Zar y uno de los productores de “Animal”) en el bajo, Y Nicolás Btesh (otro de los productores del disco) en teclados. Indie pop y folk en canciones preciosas, con melodías cuidadas y un show de intensidades diversas. Cuando Esmeralda y Yago se acercan, se cantan y se miran a los ojos el público celebra como si se tratara de un amor de novela. Pero no es ficción, todo está pasando ahí, en el escenario. Brillaron en canciones como “Huesos” y la que titula su último disco, “Animal”. Cande Zamar, que había actuado la noche anterior junto a Valdes y Telescopios en el mismo escenario, fue la invitada de la noche y “Zamba’l mar” fue magia pura. Además de los temas de sus tres discos también tocaron su nueva “ranchera porteña” y estrenaron “Primavera” canción que “el 20 de septiembre la van a poder escuchar en sus casas. Lo invitamos a cantar a Jorge Drexler y dijo que sí. También hay un video muy lindo, espero que les guste”, dijo la cantante al presentarla. En las nuevas canciones se nota la maduración compositiva de la banda. No se casan con ningún estilo en particular y crecen en cada cosa que encaran. Sobre el final hicieron, como yapa, su versión de “Un sólo corazón” del Trío Matamoros. Porque la canción popular también es parte del adn del dúo.

A las 22:40 El Zar copó el escenario con toda la actitud y la canción que abre “A los amigos”, su último disco hasta hoy. “La inmensidad” nos dio la bienvenida al mundo de la banda comandada por Facundo Castaño Montoya en la voz y Pablo Giménez en guitarra. La formación contó con Bruno Dante en batería, Fran Nicholson en bajo, Mateo Dufour en teclados y Maxi Sayes en percusión. De movida hubo ovación. Es fascinante escuchar la guitarra de Pablo, es el único guitarrista de la banda y eso es de destacar, porque en ningún momento pareciera que falte una segunda. Tira arreglos onda Skay sobre temas pop. La mezcla perfecta que logra El Zar. Ellos son la demostración musical de que aquello de Redondos vs. Soda ya fue hace rato.

Luego del delirio generalizado con “Lo que fuimos”, de su primer disco, Facundo anunció “esta es una canción que nunca tocamos. Y que estén acá, que estemos todes… habla un poco de eso”. Tras lo cual nos regalaron una preciosa versión de “Un movimiento”. Canción tras canción uno se va convenciendo de la gran banda que son. Esmeralda y Yago, de Ainda Dúo, suben para una preciosa versión de “Año nuevo”, el single que El Zar estrenó hace poco más de un mes. De ahí en más el show subió en intensidad y participación del público. Facundo le pidió a la gente “Este año pensemos todes bien a quién vamos a votar, a quién vamos a elegir”, sin proselitismo, sin nombres propios, invitando a la reflexión y poniendo en valor el derecho democrático al voto. La segunda parte de la lista la inauguraron con “Círculos”, canción que titula su álbum debut y luego todo explotó con “Exceso de especulación”. El cantante anunció “Che, ya se acerca el final. Esta la tenemos que cantar fuerte”. Probablemente no hacía falta ese pedido, ya que “Los chicos no entienden” era una de las más esperadas. Sin dudas, una de las grandes canciones argentinas de los últimos años, de influencia spinetteana y altísima calidad. El final lo engancharon con la primera estrofa de “La rueda mágica”, de Fito Páez. Coreándola, entre el público, estaban algunos de los Bandalos Chinos, que bien podrían estar cómodos en el vip, pero saben mejor que nadie que el show se vive desde abajo, en el medio, ahí está la intensidad y la vibra. La gente quedó coreando el estribillo de “Los chicos no entienden” hasta que la banda lo retomó y el cierre fue épico. “Dejarte estar” comenzó relajado, con otro brillante riff belinsoniano de Pablo Giménez, pero fue subiendo hasta terminar bien arriba, rockera, funky y bailable.

Para el final Castaño Montoya agradece y pregunta: “Gracias de verdad, les amamos fuerte. Ahora bailamos?”. La respuesta fue contundente y la banda encaró con una alta versión de “Pensarlo de nuevo”, la canción que grabaron el año pasado con Goyo Degano de invitado. Lo de Pablo y su guitarra en el final fue demoledor. La banda a pleno y él con un solo ruidoso, con trémolo, una especie de cruza entre Hendrix y The Jesus and Mary Chain en estado noise. Un incendio para los sentidos. ¿Falta mucho para la próxima fecha en Buenos Aires?

Fotos: Diego Moyano 

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