La banda de Manchester lanzó su segundo trabajo discográfico luego de presentar por casi dos años su disco debut, desde el los pubs de su Stockport natal hasta los grandes festivales del verano europeo.
El segundo disco del quinteto generó una gran expectativa. Suele pasar cuando un debut es tan sólido como lo fue el disco homónimo lanzado en 2015. Ese primer trabajo contenía una catarata de hits que posicionó a la banda como la nueva gran cosa salida del semillero de Manchester. Fieles a la tradición de esa ciudad tan musical, la espera para sus shows fluía con una lista con lo mejor de su tierra: The Stone Roses, Electronic, New Order, The Smiths.
Cool Like You, el nuevo disco, tiene una colección de canciones igual de llamativas con un sonido más definido, la banda va encontrando su propio lenguaje y deja de ser un entramado de referencias para encontrar su identidad.
“There’s A Reason Why (I Never Retuned Your Calls) y “I Can’t Stand It” abren el disco con ganas de sonar en las radios y seguir construyendo su carrera a base de canciones producidas para llamar la atención. El video de la primera nos muestra a los jóvenes integrantes de Blossoms de gira por oriente, viviendo todo ese encantamiento de cada banda británica que va a Japón. El tema que da título al disco es el más electrónico y completa la paleta de lo que pueden ofrecer: algo indie, algo más clásico y algo que coquetea con la pista de baile.
“Unfaithful” suma groove, “How Long Will This Last?”, tercer corte del disco, vuelve a la balada de temática amorosa y el tempo bailable vuelve a subir con “I Just Imagined You”.
La edición deluxe que se puede escuchar en Spotify y otras plataformas de streaming tiene una segunda versión del disco con la misma cantidad de canciones, en el mismo orden, pero en formato acústico. Este bonus permite disfrutar las canciones desnudas y comprobar que ninguna se sostuvo en la parafernalia de la producción pop para justificar su lugar en el tracklist. Destaca la canción de cierre del disco: “Love Talk”, un momento que potencia su intimidad en esta versión despojada.
¿Cómo se llama el baterista de Los Beatles? Desde el 25 de octubre tenemos nuevo álbum del ex beatle Ringo Starr. Se llama What’s my name, que también coincide con el título de uno de los temas principales.
Ringo Starr lanza su vigésimo álbum como solista, obra que grabó en su casa donde tiene su estudio privado, y cuenta con la presencia de su All-Star Band: nombres grandes del rock como Steve Lukather, quien fue parte de álbumes de Toto o Michael Jackson, o Colin Hay, de Men at work. Ringo prefiere el estudio de su casa porque dice estar ya cansado de estar separado de los que lo visitan cuando graban, así que su estudio casero y profesional no tiene vidrio que separe las consolas del estudio en sí.
Pero este disco tiene algo todavía más especial. Se trata de la canción “Grow old with me”, una canción que John Lennon no había terminado de escribir. Todo empezó con las no tan conocidas ‘Bermuda Tapes’, unas demos del lider de los de Liverpool que grabó casi llegando a la década de los 80′. Ringo no conocía ese material, y cuando lo escuchó se quedó enganchado con esa canción en particular. El tema, titulado “hacete viejo conmigo” lo había escrito John Lennon para Yoko Ono. El baterista decidió agregarle la música y, según sus palabras, dio lo mejor de él para que John estuviese orgulloso.
Aunque en este disco no solo hay una canción de Lennon. Sino que Starr preguntó a Paul McCartney si quería colaborar, a lo que Macca, por supuesto, accedió, y agregó el bajo y algunos coros a la canción de John. Ringo estaba contentísimo con el resultado, pero su ingeniero de sonido decidió ir más allá, y en el momento de agregar los arreglos de guitarra, intervino con unos acordes de “Here comes the sun”. Así que de alguna manera, es casi casi como si los Fab Four volviesen a estar juntos.
El disco ya está también disponible en plataformas digitales, pero no es la única novedad que tenemos. Este mes también se publicó el nuevo libro del baterista beatle “Another Day in the Life”, que muestra imágenes, fotografías y palabras de Ringo sobre el amor, la música, los viajes y la naturaleza. Al igual que Paul McCartney, siempre tienen novedades: giras, recitales especiales, libros, ediciones de colección de álbumes, y también una gran presencia en las redes sociales.
El disco salió con todo: en la página oficial del ex beatle encontramos todo tipo de merchandising relacionado, ilustrado con su característica estrella.
A través de sus medios oficiales The Beatles anunció para el 22 de noviembre el lanzamiento de “The Singles Collection”, un box set de vinilos que incluye todos los singles que la banda estrenó en el Reino Unido entre 1962 y 1970.
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Se trata de 46 canciones del periodo más exitoso del cuarteto de Liverpool , desde 1962 hasta 1970, que estarán ilustradas con el arte original de cada una en alguna de sus versiones internacionales como Estados Unidos, Noruega, Austria, Holanda, Suecia, Chile y Argentina, entre otros.
Asimismo estarán presentes los sencillos de ‘Free As a Bird’ / ‘Real Love’, que fueron editados en los 90’s y formaron parte del “Anthology”.
Esta es la lista completa de vinilos:
1962 arte: Estados Unidos
A: ‘Love Me Do’
B: ‘P. S. I Love You’
1963 arte: Italia
A: ‘Please Please Me’
B: ‘Ask Me Why’
1963 arte: Noruega
A: ‘From Me To You’
B: ‘Thank You Girl’
1963 arte: Grecia
A: ‘She Loves You’
B: ‘I’ll Get You’
1963 arte: Chile
A: ‘I Want To Hold Your Hand’
B: ‘This Boy’
1964 arte: Austria
A: ‘Can’t Buy Me Love’
B: ‘You Can’t Do That’
1964 arte: Holanda
A: ‘A Hard Day’s Night’
B: ‘Things We Said Today’
Los fans de The Smiths de la vieja guardia, los que andamos pisando las cinco décadas y escuchábamos a la banda en tiempo real allá por la segunda mitad de los ochentas, luego del forzado por las circunstancias debut de “Morrissey Viva Hate” -una exquisita y sorprendente ópera prima- vimos como en la década siguiente nuestro retorcido antihéroe se debatía entre algunos trabajos irregulares y otros muy contundentes, escándalos mediáticos de grueso calibre (el festival Madstock en Finsbury Park acompañando a Madness, el juicio por regalías a cargo de Mike Joyce), hasta llegar a un largo exilio californiano, acompañado por siete años de silencio discográfico.
El lapso posterior a “Maladjusted” (1997) fue extenso y misterioso, interrumpido por una inesperada gira por Latinoamérica en el 2000 que lo depositó, para nuestra locura y por primera vez en Argentina, en el estadio Luna Park un 30 de Marzo. En ese hiato de siete años, en el que Moz no tuvo un sello discográfico que quisiese editarlo y del cual sólo salía a tocar de manera selectiva con su grupo, algo tiene que haber ocurrido en su mente de nihilista contradictorio, de outsider resentido, de eterno relegado por la humanidad.
En 2004 y para nuestra absoluta perplejidad, la de sus fans más acérrimos, ya acostumbrados a adorar a un artista que se autoboicoteaba con orgullo, no daba entrevistas por su odio a la prensa, detestaba los videoclips, no le gustaba mucho salir de gira o suspendía a sus anchas, el hombre sin nombre anunciaba su vuelta al ruedo con nuevo LP y un operativo de marketing propio del nuevo milenio. Reportajes sonrientes, apariciones televisivas fulgurantes, gira por USA y resto del mundo, y un regreso triunfal a Manchester tras 12 años sin pisar su propio barrio, para un concierto multitudinario justo el día de su cumpleaños número 45. Todo lucía tan febril como irreal, parecía planificado por una mente calculadora y brillante.
¿Qué fue lo que ocurrió para que todo este milagro impensado tomase forma? Casi simple y elemental: su nuevo sello discográfico, Sanctuary Records, inteligentemente no sólo le puso el dinero arriba de la mesa para editarlo, sino que decidió masajear su enorme ego y le planteó una nueva estrategia de posicionamiento como artista. Morrissey debía ocupar un espacio de elegido, de crooner moderno que vuelve renovado y con otro sonido, y con claras intenciones de que las nuevas generaciones también sepan de su leyenda. Y todo eso, sazonado con un jugoso puñado de grandes canciones.
Hubo también una decisión muy importante que fue mérito del propio Moz: este disco de regreso debía sonar distinto a todo lo hecho anteriormente, y ese sello de distinción se lo dio la elección de Jerry Finn como productor (Rancid, Green Day, Blink 182, Offspring, Bad Religion), quien hizo de “You Are The Quarry” una muestra de modernidad sorprendente. El LP suena todavía hoy contemporáneo y poderoso, con su voz pristina bien al frente, las guitarras solventes de sus dos songwriters (el correcto Boz Boorer y un descollante Alain Whyte), bases preseteadas con buen gusto, arreglos sutiles, algunos otros chiches de cosa nueva. La jugada de Finn como productor fue uno de los grandes logros del regreso del mancuniano a las bateas, algo que repitió unos años después, también con éxito, en “Years Of Refusal” (2009).
Todo lo que vino después es historia más o menos conocida. El disco fue un éxito en ventas (puesto #2 en el UK chart) y tuvo muy buenas críticas por parte de la prensa. Morrissey se presentó en televisión a tocarlo en vivo en muchas oportunidades (imperdibles las de Jimmy Kimmel, que terminaron siendo parte del DVD de la edición especial), su concierto en el legendario Earls Court de Londres fue disco oficial al año siguiente, su show de regreso a Manchester se transformó en “Who Put The M in Manchester?”, su enorme DVD testimonial. Además, el LP tuvo una edición extra De Luxe sin desperdicios (vaya paradoja con una nueva gran contradicción, para quien lea la vieja letra de “Paint a Vulgar Picture”), fue headliner en Glastonbury de ese año y en casi todos los festivales de Europa, su gira latinoamericana lo depositó como máxima estrella en la primera edición del Personal Fest argentino, el 5 de noviembre de 2004.
El discazo “You Are The Quarry” transformó a “Irish Blood”, “English Heart”, “The First Of The Gang To Die”, “Let Me Kiss You”, “I Have Forgiven Jesus”, y “I Like You” en himnos totales, canciones que siempre estarán entre las elegidas por sus fans como de las mejores de su carrera solista. Desde lo lírico, Moz atiende sin turno a todos y todas: a USA y su avidez por tierras y recursos, a los políticos británicos y la Realeza (por supuesto), a la iglesia católica y sus manipulaciones de mentes, a las discográficas y la prensa escrita (no podía fallar), a Dios y María Santísima. Como un adelantado en la materia, insta a las mujeres a dejar de ser esclavas de sus hombres y liberarse del patriarcado, se flagela con ironía y se autovenera, homenajea a su barrio preferido de Londres con una hermosa viñeta urbana. Un trabajo apuntado a penetrar en el mainstream pero desde el camino más empinado, desde la polémica y la incomodidad, como no podía ser de otro modo viniendo de un artista tan complejo y difícil de llevar.
Esto ocurrió de forma inesperada en Mayo de 2004, planificado puntillosamente por artista y sello, para sorpresa y beneplácito de los amantes de la música. “You Are The Quarry”, con su arte de tapa amenazante y su título autorreferencialmente mordaz, transformó a Moz en una figura mundial que siempre es noticia, le sumó millones de nuevos fans en todos los rincones del planeta. Pero antes de este Disco Fundamental, nosotros, sus extremos seguidores de la vieja época, la teníamos bastante compleja y parafraseando el título del LP, éramos una presa fácil. Ya no parecía ser necesario explicar porqué escuchabas a Morrissey. Este fue el camino de la resurrección definitiva de un artista tan obstinado como irrepetible.