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3 películas para entender al free cinema británico

Mientras EEUU vivía su época dorada en el cine, Inglaterra tiraba a la cancha un tridente ofensivo de alta efectividad: Tony Richardson, Lindsay Anderson y Karel Reisz, los tres hombres responsables de darle vida al free cinema.

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Mientras EEUU vivía su época dorada en el cine, Inglaterra tiraba a la cancha un tridente ofensivo de alta efectividad: Tony Richardson, Lindsay Anderson  y Karel Reisz,  los tres hombres responsables de darle vida al free cinema.
Este movimiento retrató entre los años 50 y 60 la vida del desclasado sin oportunidades y las peripecias de la clase obrera trabajadora. Paralelamente, el grupo de escritores ingleses que también levantó la bandera de la working class, conocidos como los Angry Young Men, y ligados directamente al  free cinema, escribían su manifiesto: “Por su propia naturaleza, el artista estará siempre en conflicto con el hipócrita, el mezquino, el reaccionario, y siempre habrá alguien que no comprenda la importancia de lo que está haciendo; siempre deberá luchar en nombre de sus opiniones».
El neorrealismo de Visconti, Rossellini y Vittorio De Sica, que se reveló ante el régimen establecido y describió una Italia lúgubre de posguerra, fue una de las fuentes de inspiración para que en Inglaterra el Free cinema se despierte y muestre, de la manera más cruda posible, el lado B de la sociedad británica, el día a día de un grupo de personas que contaba las monedas para ir a quemar el tiempo en la barra de un bar y sacarse de encima el sentimiento de alienación cotidiana.
Si bien la vida del Free cinema no fue muy longeva, le alcanzó solo con un par de años para sacudir el polvo y retomar, en gran parte,  la tradición documentalista de John Grierson, quien en los años 30 retractaba de manera perfecta a  la Inglaterra industrial. Aún hoy podemos ver como este movimiento dejó sus influencias en cineastas como Ken Loach, Stephen Frears y Mike Leigh, quienes se encargaron de seguir representando y mostrando los dilemas de la clase trabajadora.
Te recomendamos películas fundamentales para entender de qué se trató:
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The Loneliness of the Long Distance Runner, fue una de las películas más emblemáticas de Tony Richardson. Esta basada en el libro de Alan Sillitoe, y es la vida de un muchacho de Nottingham  -la región de East Midlands, en Inglaterra- que después de tener la idea de robar una panadería termina en un reformatorio donde descubre que tiene la habilidad de ser un muy buen corredor de fondo. Richardson trata de mostrar el descontento del muchacho y el resentimiento con el cual vive todo lo que hace.
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This sporting life, de Lyndsay Anderson, retracta de forma directa y cruda la vida de un minero devenido  en estrella del rugby inglés después de pasar por millones de dificultades económicas y emocionales. Además, desnuda de forma brillante  las dificultades del personaje para poder enamorarse y llevar a cabo una relación. Otra película basada en una obra de otro miembro de los Angy Young men: David Storey.
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Saturday Night and Sunday Morning, extraída de la novela de Alan Sillitoe, y dirigida por Karel Reisz , es quizá la más realista dentro del movimiento, hasta se podría decir que toca los bordes del documental. Fabricas y barrios bajos son la constante de una fotografía impecable que hasta ese momento nadie había puesto en primer plano.
Quizá el free cinema no resonó tanto dentro del mundo del cine como lo hizo la Nouvelle Vague o el neorrealismo italiano, pero con unas pocas películas supo actuar como paliativo para todo un público que estaba cansado de ver una sociedad británica pintoresca y tradicional.
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